22 de agosto de 2012

CRIANDO RENACUAJOS EN EL COLE

Antes de nada tenemos que empezar recordando que TODOS los anfibios ibéricos están protegidos pero que, en este caso, hemos recogido los renacuajos en una charquita de las que se forman con la lluvia y en la que no tardaría en evaporarse todo el agua con el calor del verano. Partiendo de esta base e intuyendo  que los renacuajos tenían la muerte asegurada me he decidido a recoger unos cuantos (todos era imposible) y llevarlos al cole para que los alumnos pudiesen estudiar de una forma lúdica y responsable la metamorfosis de dichos animales. Voy a intentar explicar y compartir nuestra experiencia a través de algunas fotos que he sacado en clase.

Lo primero, una vez recogidos y efectuado el transporte al cole, fue construirles un nuevo hogar para que nuestros huéspedes se sintiesen como en casa. Un recipiente de plástico con la capacidad suficiente para albergar a nuestros renacuajos fue ideal.

El agua que he utilizado en un principio fue de la misma charca donde recogí los renacuajos  para que su adaptación fuera lo menos traumática posible y cada lunes traía una garrafa de 5L. de un río de montaña para irles renovando el agua durante la semana cada 2 o 3 días aproximadamente.
En su nuevo hábitat le coloqué una zona de hojas y piedras sumergidas para que los renacuajos pudiesen tener su intimidad...
y una zona seca de piedras y plantas acuáticas para que las futuras ranas pudiesen salir a respirar y de paso se oxigenaba el agua...
Decir que el agua del grifo NO vale ya que viene clorada y eso sería perjudicial para nuestros renacuajos. También saber que estarán con una iluminación suficiente pero en una zona sombreada para que el agua se mantenga lo más fresca posible.

Al principio los renacuajos son herbívoros y podemos alimentarlos con lechuga pero en el momento en el que las patitas traseras empiezan a desarrollarse se vuelven carnívoros y habrá que cambiarles la dieta. Un poco de jamón cocido suele ser perfecto además, si le vamos renovando el agua de río ya suele traer nutrientes...



Puede que en algún momento tengamos conviviendo renacuajos en distintas etapas de la metamorfosis, pues no todos se desarrollan al mismo ritmo, en ese caso combinaremos los alimentos necesarios para todos...

Después de unas cinco semanas se desarrollan las patas delanteras y nuestros renacuajos empiezan a parecerse a lo que en breve van a ser:  pequeñas ranitas...


Llegados a este punto salieron del agua para empezar a estrenar sus nuevos pulmones, respirar el oxigeno del aire y explorar el bonito hábitat exterior...


En esta fase las ranitas no se alimentan pues obtienen sus nutrientes de la cola que poco a poco va retrocediendo hasta desaparecer (no como mucha gente piensa que se les cae)...

Por último y después de unas ocho semanas ya tenemos totalmente formadas nuestras ranitas las cuales hay que tener tapadas ya que empiezan a trepar, saltar e intentarán escaparse...



Las jóvenes ranitas son muy pequeñas y para demostrarlo les saqué unas fotos sobre una moneda de 5 céntimos que nos sirva de referencia...

...increíble, a que sí? Están genial!

Al final de la experiencia optamos por soltar nuestras ranitas en la charca Capela de Camposancos que la tutora Marta de 3º de Primaria conocía. Un precioso hogar para nuestras amigas.

...CHIC@S DISFRUTAD DE LO QUE QUEDA DE VERANO!!!